Este pasado sábado 27 de mayo en el marco de la Feria Del Libro de Tijuana se presentó Crónicas Tixuarockeras, libro escrito por Jesús Hernández, baterista de Mercado Negro, quien fue acompañado por los comentarios de Judith Cabrera y la participación de algunos otros personajes en comentarios como Alex Zuñiga y Jorge Conde.
Con una sala con una gran entrada, Jesús describió partes en si del proceso y de lo que significa el volumen no solo a la escena, sino al rock mexicano en general, una revaloración de las historias y la necesidad del rescate del sentido de pertenencia y de la identidad, punto focal de la mayoría de los textos.
El libro presenta personajes de la escena que son presentados con sus claroscuros, Jesús no se detiene en escribir “políticamente correcto”, sino señala sus opiniones y vivencias de manera muy franca. Yo divido al libro en dos partes, la parte sentimental y la parte donde el “Jesús adulto” hace un análisis de la situación sociopolítica del mundo en paralelo a la escena del rock.
Todo parte de una anécdota personal dolorosa de Jesús que lo lleva a escribir sus memorias en el rock no solo local, sino nacional y de aquí inicia el recorrido sentimental y nostálgico de la vida en los sesenta y como los Hermanos Hernández son impresionados por sus familiares músicos y los amigos de estos, lo que los lleva a estudiar música y viene la parte más divertida y destacada del libro, como se involucraron en el surf y skate los jóvenes fronterizos y como esto derivo en la música como paso hasta lógico y todas las peripecias que los llevaron a integrar sus respectivos proyectos musicales.
Como gran lección, se ve que Mercado Negro siempre ha respetado el espíritu real del punk al no conformarse en un solo punto, siempre radicales contra la rutina común de cualquier banda, experimentando con teatro y performance, no siendo una banda del montón, pero al mismo tiempo, existe una historia cargada de desilusiones al conocer las vísceras de la industria musical y aquí el libro cambia la vuelta hacia un análisis adulto que contrasta con la narrativa anterior, al desmenuzar poco a poco sucesos culturales, políticos y otros alrededor del rock. Imposiciones, modas y demás, Jesús los lleva hacia su visión, pero al mismo tiempo, culmina esperando, que como se decía antes, se rescate la identidad de lo que es Tijuana y el mundo en sí.
De fácil y entretenida lectura, Crónicas Tixuarockeras desmitifica, revela y presenta momentos claves en la historia de los últimos cuarenta años del rock. Habrá algunas cosas de datos y sucesos que revisar para futuras ediciones (por ejemplo en Antes De Que Nos Olviden, Nona Delichas fue la única banda tijuanense que apareció y ninguna otra canción del recopilatorio editado por Opción Sónica a nivel nacional nunca estuvo en la rotación radial de More FM; Bye Sami surgió después de Hardcore Alex y Los Alex, no paralelamente; Dodecameron surgió en la década de los 2000 y así, entre otros). Pero esto no es solo en este libro, sino en todos, donde por omisión o descuido no revisamos algunas cosas, como me ha pasado a mí, hay que reconocerlo abiertamente.
En fin, lo importante, es que existe este importante documento, el cual si tanto dicen que apoyan al rock tijuanense, deberían de leerlo…o haber tenido la decencia de haber aparecido en la presentación al menos.
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