El Estadio Vélez Sarsfield fue testigo reciente de un evento inolvidable que reunió a dos grandes de la música: David Lebón y Eric Clapton. Para el legendario guitarrista argentino, este concierto representó la realización de un sueño que había esperado durante 35 años.
La historia narra que el musico argentino perdio la oportunidad de acompañar a Clapton como artista invitado en 1990, un anhelo que se desvaneció a último momento y lo dejó “llorando toda la noche”, como había confesado en su momento. Sin embargo, el destino finalmente le brindó la revancha. Con los últimos rayos de sol de la tarde iluminando el estadio, el público se encontró con un David Lebón radiante, quien, aunque consciente del poco tiempo que tendría sobre el escenario, se mostró agradecido y emocionado de poder compartir ese espacio. El show comenzó con No Seas Dura, una canción que rápidamente conectó con la audiencia y demostró que estaba listo para disfrutar cada segundo de su actuación.
Acompañado de una banda sólida que lo respaldó en todo momento, el artista ofreció un set en el que combinó algunos de sus clásicos con la energía y el estilo que lo han caracterizado a lo largo de su carrera. Con su habitual modestia, agradeció a su banda por el esfuerzo realizado para estar a la altura de un evento tan especial. “...Lo más increíble es estar vivo para poder vivir este momento...”, mencionó en un instante de reflexión, mientras la audiencia respondía con aplausos y ovaciones. Para David Lebón, una de las figuras más influyentes del rock argentino, este 2024 ha sido un año de logros. Celebrando su reciente nominación al Latin Grammy por su aclamado álbum Herencia Lebón y tras recibir el Premio Gardel a Mejor Álbum Artista de Rock, el músico se prepara para un cierre de año espectacular con su esperado regreso al Estadio Obras el 29 de noviembre, prometiendo un espectáculo único que repasará los grandes hitos de su extensa y exitosa carrera.
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