El pasado 4 de octubre, Julieta Venegas ofreció una emotiva presentación en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires, antes de ser homenajeada por la Academia de los Grammys Latinos como Leading Lady del Año. La cantautora mexicana llevó al público porteño en un viajem combinando la intimidad de su voz con arreglos musicales impecables.
Desde los primeros acordes de Dime La Verdad, la audiencia quedó cautivada, sumergida en una noche en la que la nostalgia y la reinvención se entrelazaron. Las letras de la cantautora, impregnadas de dulzura y sabiduría, resonaron con fuerza en el imponente escenario, dejando huella en cada espectador. Su setlist fue un equilibrio perfecto entre los clásicos de siempre y sus canciones más recientes, mostrando una Julieta que, aunque firme en su estilo, no teme explorar nuevas direcciones musicales. Momentos como Caminar Sola y Ese Camino evidenciaron esa evolución, mientras que el segmento acústico fue uno de los puntos más altos de la noche. En este, Julieta Venegas, sola al piano, interpretó versiones íntimas de Ilusión y Esta Vez, logrando una conexión total con el público.
La complicidad entre artista y audiencia fue palpable, creando una atmósfera mágica que se intensificó cuando Juli Laso se sumó para interpretar Los Momentos, llenando el teatro de una melancolía poderosa. Otro momento destacado fue la interpretación de Lento junto a Santiago Motorizado, donde la audiencia acompañó con un vibrante coro. El cierre de la velada fue tan sorpresivo como memorable. Julieta Venegas interpretó el clásico de Gilda, No Me Arrepiento De Este Amor, una canción que le calzó a la perfección y con la cual dejó al público eufórico. Este final fue el broche de oro para una noche mágica, consolidando aún más su lugar en el corazón del público argentino, en una noche que quedará en la memoria de todos los presentes.
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